"La libertad y la independencia judicial son pilares de la Asociación de Jóvenes Letrados"

Escrito por ENTREVISTA. Agencia AYC.

Antonio Alarcón es de esos jóvenes valientes y dispuestos a no pasar de 'puntillas' por la abogacía. Lo mismo se puede decir de los otros 'cinco mosqueteros' que han creado la Asociación de Jóvenes Letrados (AJL) de la Región de Murcia, colectivo que ya cuenta con 180 socios cuando aún no ha cumplido los dos meses de historia.


¿Cuándo surgió la idea de crear la AJL?
Desde antes de concluir la carrera. Entonces no conocíamos todavía el mundo real que nos esperaba, pero sí percibimos a través de portales de Internet que existía una escasa oferta formativa para los jóvenes. Después fue germinando la idea y se creó un equipo para diversificar funciones. Ahora, de unos pocos ya hemos creado un grupo mucho más extenso.

¿Cuáles son los principios básicos de la asociación?
Información, formación, ayuda y defensa de valores como la democracia y la justicia, que son pilares fundamentales de nuestra asociación, junto con la independencia, que es un elemento imprescindible en Justicia.

¿Y por qué no se integraron en la Asociación de Jóvenes Abogados ya existente y que está integrada en el colegio?
Porque teníamos la sensación de estar algo abandonados y decidimos crear un colectivo totalmente independiente con el que se pudieran llevar a cabo más actividades complementarias para nuestra formación.















La Región es una de las que tiene más abogados por habitante, alrededor de 5.600 actualmente. ¿Cuántos jóvenes salen abogados cada año en la Región?
Unos trescientos.

¿Hay trabajo para todos?
Sí, porque no todos los que se colegian ejercen la abogacía como profesión principal y cada vez hay más asuntos que tratar en los tribunales.

¿Tan complicada resulta?
Es una de las pocas profesiones a la que se dedican por sistema más de ocho horas diarias y no tiene derecho a un sueldo mínimo.

Algunos proponen establecer una fase más antes de entrar en el mundo profesional. ¿Sería positivo?
Ahora mismo los nuevos letrados debemos pasar la 'penitencia' de la pasantía, un papel que es primordial y necesario en nuestra formación. También consideramos muy importante que aquellos que quieran ejercer pasen por la Escuela de Prácticas Jurídicas de forma obligatoria.

¿Qué puede aportar la juventud a esta profesión?

Es un pilar fundamental en todo, pues conlleva renovación, aprendizaje y pulir los sistemas antiguos que se hayan quedados arcaicos.

En la entrevista con Antonio Alarcón nos acompaña su compañera en la directiva Esther María Guzmán Sánchez, quien también aporta a esta respuesta "la fuerza, el empuje y las ganas de los jóvenes".

¿Hay margen de error en un joven abogado cuando empieza?
No lo hay. Creo que está bien que no se contemple ese margen porque por encima de todo está la defensa de los derechos del cliente, pero a veces se hace complicado ese inicio, pues hay clientes que no nos toman totalmente en serio por no tener canas.

En este asunto, Esther apunta que ese recelo "aumenta si eres mujer en terrenos como los que yo me desenvuelvo, que es el laboral, pues las reuniones se mantienen casi siempre con comités o dirigentes exclusivamente masculinos, pero no hay que amilanarse y esperar a los resultados, que nos darán la razón".

Abordamos ahora el motivo de la conferencia de mañana, la Nueva Oficina Judicial. Desde su perspectiva, ¿cómo afectará al funcionamiento de la Justicia?
Pienso que no tiene porqué ser mala, pero sí veo conveniente que los profesionales liberales, como los abogados, recibiesen cursos de formación como los que tienen los trabajadores de la Administración.

La Oficina Judicial arranca en once comunidades autónomas en plan piloto, entre las que figura la Región de Murcia. ¿Será eficaz?
Cuando se ponga en marcha se verá si necesita ser perfeccionada o una aportación económica adecuada. El tiempo lo dirá.

La AJL inicia un ciclo de diez conferencias en apenas un mes. ¿Qué pretenden con esas charlas?
Una visión de los profesionales que complete la que hemos recibido de los docentes y que es muy necesaria.

Otro tema de esas citas será el asunto de las transferencias, de las que depende el futuro de la Justicia en la Región de Murcia.
Nuestra comunidad, pienso, nunca ha tenido una suficiente dotación económica y ahora es necesaria para crear las ciudades de la Justicia de Murcia y Cartagena. También para informatizar el sistema, como se disfruta en Santander, por poner un ejemplo, y del que adolecen muchas autonomías.



Se trata de un ciclo de lujo. ¿Qué ayudas reciben?
Ninguna, salvo la utilización de las sedes y la cartelería de una jornada que sufraga Cajamurcia. Este ciclo se lleva a cabo gracias a las personas que participarán, que no cobran ni el kilometraje. Hay que transmitirles repetidas veces nuestra gratitud a todos ellos. Nosotros ponemos nuestro trabajo, ilusión, tiempo y, en ocasiones, tenemos que echar mano a nuestros bolsillos. Sin embargo, quizás sea bueno crear primero el producto y para el siguiente año, una vez que han visto lo que somos capaces de hacer, buscar esos apoyos.


¿Que otros proyectos tienen?
Posiblemente, nos hermanemos con una asociación alemana de abogados ya que el esquema jurídico germánico ha sido punto de referencia de la Justicia española.


 

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