A través del tiempo

Escrito por J. Pellicer.

Solo a través del tiempo comprendemos lo que somos,

lo que tenemos, lo que amamos, lo que añoramos…

Solo a través del tiempo es donde

vemos incluso aquello que no queremos.

 

Con el paso del tiempo vamos arrojando los fusiles,

enterrando los rencores, gritando la vergüenzas,

denunciando todas las miserias,

también las que fueron nuestras.

Con el paso del tiempo

otros ciegos nos acompañan,

auténticos desconocidos,

tantas veces deportados y alejados

condenados a sufrir por delitos no cometidos;

corazones que prestaron - pobres engañados-,

sus cuerpos y sus almas como moneda de cambio,

al servicio infame y ruin de viles intereses

inconfesables que también hicieron vidas,

vidas como esta que muchas veces pensé, no era la mía.

 

Con el paso de tiempo, pena y tristeza, dejamos partir;

y en ese devenir, la paz, el silencio, la luz, la calma…

despacio, sin llamar ni pedir, nos va llenando otra vez

de todo lo que un día, ya lejano y casi olvidado fuimos.

 

El paso del tiempo nos devuelve el equipaje robado,

la lágrima derramada, el dolor arrancado;

nos reconforta de aquella injusta derrota,

nos devuelve la sonrisa y nos exige la justicia.

 

El paso del tiempo nos recuerda lo que somos,

nos obliga a volver a mirar y en esa mirada,

seguramente a perdonar…

nos enseña a comprender y nos permite cambiar.

 

El paso del tiempo, el que nos vuelve canos,

torpes en nuestro caminar y parcos en el hablar,

el que pensamos nos arrincona

sin comprender ni aceptar que nos elige;

el que nos aleja y separa de los nuestros

sin entender que empieza a unirnos a los que

de verdad lo fueron.

 

El paso de tiempo,

ingrato y cruel pensarás, amigo,

sin entender que es el único que nos defiende y justifica

del odio, del egoísmo…

de tanta indiferencia;

el paso del tiempo nos va presentando

en el espejo del camino,

ese peregrino que mirando al cielo

se sigue preguntando porqué.

 

A través del tiempo, asomados,

mirando hacia dentro,

vamos hablando con los ojos,

sintiendo con el alma,

y pidiendo… con las lágrimas.

 

© (jpellicer)

 

Incluido en el proyecto literario “Sueños del Alma”

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