Adviento y Navidad 2013

Escrito por Domingo Andrés Bastida Martínez, hermano mayor de la Cofradía Marraja.

Querido/a  hermano/a:

Un año más me cabe el honor de dirigirme a ti en estas fechas próximas a la Natividad de Jesús Nazareno, fechas tan entrañables para la familia, incluida la marraja, en la que los cristianos hemos de preparar la fiesta de la esperanza. Precisamente nuestro Pastor Diocesano nos presenta para este curso su carta pastoral, titulada «Salvados en la Esperanza. El cielo no está vacío».

La tarea encomendada a los cofrades como parte de la iglesia ha de ser encontrar la luz de Dios, que es la Esperanza; en primer lugar, como nos recuerda constantemente nuestro querido Obispo, ha de ser principalmente a través de nuestro testimonio personal, y seguido con la palabra. En nuestra comunidad fraterna hemos de vivir según el Proyecto de Dios, estando alegres en Jesús Nazareno y manteniéndonos siempre en actitud vigilante. Nos aprestamos desde la Cofradía a preparar el camino, todos los domingos de adviento con el encendido de las velas y con el Pregón de la Navidad.

Y como línea de acción, no nos olvidamos de la Caridad, que a su vez es sostenimiento de la Esperanza, y volveremos a congregarnos para la tradicional recogida de alimentos en el Palacio de Nicodemo (almacén de tronos) el próximo día 14 de diciembre, solicitando para ello tu implicación una vez más, en la espera de contribuir con nuestra aportación a todas aquellas familias nuestras que mas lo necesitan a través de Caritas, testimoniando con ello los marrajos a la sociedad que los problemas no se arreglan solos, sino implicándonos de una manera u otra para hacer el bien a los que lo necesitan, siendo solidarios con sus problemas. La grandeza de nuestra Cofradía no está solamente en la belleza plástica, estética y cultural de nuestros desfiles e imágenes, sino que esa grandeza se encuentra principalmente en la labor solidaria y esperanzada en la fe, que como verdaderos seguidores de Jesús Nazareno hemos de testimoniar con humildad, pero a su vez con fortaleza en la acción. Nuestra Cofradía ha sido siempre un claro ejemplo y un fiel reflejo de solidaridad, unidad desde la diversidad, respeto y ayuda a los demás desde un desprendido amor al prójimo que aumentará nuestra capacidad de amar a Dios, a las personas y a todas aquellas cosas nobles del mundo.

Finalizamos pues un Año de la Fe, un año donde hemos conmemorado 350 años de la catequesis de nuestra Cofradía por las calles de nuestra ciudad, un año donde hemos ido creciendo poco a poco en nuestra formación cofrade, en la implicación de los jóvenes mediante las actividades, pero sobre todo, y gracias a tu solidaria generosidad, en la sensibilidad de la labor caritativa y asistencial hacía los mas desfavorecidos, labor esta que junto a la desempeñada por nuestra Fundación Marraja nos tiene que llenar de satisfacción y alegría, pero sobre nos ha de comprometer aún más, si es posible, en ir procurando mejorar todas aquellas situaciones de injusticias sociales, ya que el deseo sincero de Paz que Jesús Nazareno pone en nuestro corazón nos debe llevar a evitar todo aquello que cause división y desasosiego. Por eso acudamos siempre a la Virgen, nuestra Madre, para no perder nunca el espíritu de la fraternidad, la alegría y la serenidad, siendo capaces de la sincera reconciliación con nuestro hermano, para intentar llegar a imitar lo que Cristo con los suyos: «los amó hasta el fin» (Jn 13,1).

Te deseo una muy Feliz Navidad, recibe mi más sincero y fraternal abrazo.

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