'Feminismos, hoy'
"Un hombre asustado dijo que mis versos sonaban a tambores de guerra. Habría que considerar que en ese entonces todavía no había juntado tanta ira, como la que hoy tengo lista…"
La violencia ejercida contra las mujeres, no es sino un claro ejemplo de la discriminación así como de la situación de desigualdad, que éstas sufren en la sociedad actual y en el ámbito de relaciones en el que nos desenvolvemos. Ésta, la violencia, detestable y condenable, es una lacra que muy a nuestro pesar permanece vigente en el quehacer de nuestras vidas, pues no contenta con ello, es capaz de manifestarse de las más diversas y múltiples formas, todas repugnantes: violencia sexual, física, psicológica, económica…
Quizás, todas y cada una de estas formas de violencia puedan suponer una pequeña barrera, un obstáculo más en la consecución de la igualdad y la justicia social; un obstáculo más en un largo camino recorrido, un camino compuesto de baldosas, todas y cada una de ellas reflejo del esfuerzo y la lucha de millones de mujeres que no dejaron socavar sus derechos, que supieron decir que no, afrontar su día a día y las desigualdades que salpicaban cada centímetro de su piel.
Estas manifestaciones del terror suponen la pérdida de vidas inocentes: abuelas, madres, hijas, hermanas, amigas y compañeras…Cifras alarmantes que día a día retumban en nuestro televisor, que al igual que un pistoletazo de salida, estas cifras, se nos escapan con el viento, como pétalos de rosa que llegado el otoño, caen al suelo…
Pero no somos simples pétalos de rosa, somos fuego, aire, tierra y agua, somos VIDA. Somos VIDA, que nunca se nos olvide, nadie tiene derecho a arrebatárnosla, a decidir en ella, nuestra vida es NUESTRA.
Debemos condenar cualquier actitud que ofenda al bienestar de las mujeres, toda violencia ejercida contra ellas: física, sexual, psicológica, económica, los micromachismos que vivimos a diario, los machismos camuflados en religión y cultura, las ablaciones, matrimonio infantil, lapidaciones, educaciones que quieran subyugar a la mujer a un segundo lugar, a la sombra, las mujeres-objeto…
Hemos de cambiar el presente, podemos cambiarlo, tenemos la fuerza suficiente para lograrlo, no hay que esperar al futuro, es una realidad que ha de imperar en el mundo en el que vivimos, no podemos esperar más.
Entre todas y todos, con cada una de nosotras y nosotros, podemos conseguirlo.
"No nos interesa rememorar el pasado, sino forjar el presente y afrontar el porvenir, con la certidumbre de que en la mujer tiene la Humanidad su reserva suprema, un valor inédito capaz de variar, por la ley de su propia naturaleza, todo el panorama del mundo". (Mujeres Libres, Grupo Libertario)