'Tus 20 minutos de primavera llevan el código de la luz'
"Después de 1903, año en el que el médico danés Niels Finsen ganó el Premio Nobel por utilizar la luz solar en un exitoso tratamiento contra la tuberculosis, el conocimiento de la helioterapia se extendió de tal manera que llegó a utilizarse en más de 165 enfermedades. En 1930 la comunidad médica europea conocía y apreciaba muy bien el poder curativo del sol, el mejor ejemplo de ello fue el médico y escritor suizo Auguste Rollier que llegó a dirigir 36 clínicas con un total de 1.000 camas.
Ubicando las clínicas sobre los montes suizos, se conseguía más cantidad de radiación ultravioleta debido al menor espesor de la atmósfera. Sorprendió a los doctores que los pacientes que se soleaban con gafas de sol no se beneficiaban tanto como los que no las usaban. De ello se desprende que las personas que gozan de ojos sanos no deben utilizar abusivamente gafas con filtro solar durante su tiempo de ocio o con una finalidad puramente estética, ya que esta práctica no permite que la luz natural llegue al cerebro y paradójicamente podría aumentar el riesgo de padecer la temida ceguera del adulto. Una mejor opción más saludable, siempre que se pueda, es el sombrero o la visera. Sobre 1960 la progresiva llegada de los antibióticos entusiasmó a la comunidad médica que pronto abandonó la helioterapia empujada por la flamante Escuela Americana De Medicina. Entrados los años 80 se envió a la sociedad un mensaje bien distinto, pues se advirtió que los rayos ultravioleta aumentarían el riesgo de contraer cáncer de piel y en consecuencia deberíamos protegernos de ellos. El sector productivo industrial conseguía así construir y generalizar un conocimiento acorde a sus intereses (mediante el uso del marketing del miedo), que ha calado tanto en la población general como en los propios facultativos. Basta con ver las recomendaciones preventivas de la O.M.S en este sentido (en nuestro territorio español, según este organismo, tendríamos que utilizar protección durante todo el año) para entender que son imposibles de llevar a cabo, no solo por los miles de millones de personas a la que afecta en el mundo, sino por el impacto negativo en el medio ambiente y la carga económica para las familias, sin contar con los riesgos para la salud que el uso de estos cosméticos podría ocasionar (hoy día en estudio). SIN NINGUNA EVIDENCIA SÓLIDA QUE LO DEMUESTRE, el astro rey ha pasado de ser motor de vida para todos los seres vivos de la tierra, a ser identificado como un enemigo que temer tanto para la salud como para la belleza del cutis, sobre todo el de las señoras. En el lado opuesto están los incondicionales del culto a la belleza que han puesto de moda un tono de piel muy bronceado, nada saludable, imposible de conseguir sin atracones de insolación nada recomendables que acaban quemando y envejeciendo la piel. A la sombra de esta nueva epistemología INTERESADA se están haciendo negocios millonarios y también se ha incurrido en “iatrogénesis” social y cultural, un concepto del erudito Iván Illich que se trató en el anterior artículo “Espejismo de la medicina segunda parte”. Toda esta problemática llena de incertidumbre la trataremos ampliamente en otro momento. Afortunadamente estos últimos años traen vientos de cambio, pues son miles los estudios científicos donde se involucra a la vitamina D, reflejando así el fuerte interés suscitado por esta molécula prodigiosa producida en nuestra piel bajo los efectos de la luz solar.
De los resultados ofrecidos en las revistas médicas se deduce, sin lugar a dudas, que la falta de exposición prudente a la luz solar es un factor de riesgo muy grave para la salud, y no al contrario. Aunque la O.M.S parece estar suavizando su postura, los dermatólogos (no son la totalidad por fortuna) aún no han variado la óptica imperante del miedo que otras especialidades médicas empiezan lentamente a superar. Éste es el fundamento de este artículo, poner de relieve la importancia capital que tiene en nuestras vidas este astro Sol, más allá de su conocido beneficio sobre el sostenimiento de los huesos, o el uso estético de moda. Esta es sin duda una de las informaciones más valiosas que se puedan ofrecer a día de hoy para el autocuidado preventivo de la salud en general ya que, repito, no exponerse al sol con regularidad y prudencia durante todo el año, es causa de la misma cantidad de muertes que el tabaquismo.
Lo primero recordar el famoso experimento del bioquímico Fritz-Albert Poop, lo llamó “el código de la luz”, pues en dos cubetas puso sangre humana y solo en una de ellas añadió una bacteria patógena capaz de producir enfermedad. A continuación hizo pasar la luz solar de una cubeta a otra observando que en las dos se producían anticuerpos a pesar de que sólo una de ellas contenía el patógeno. Repitió la prueba en una segunda ocasión pero colocó un filtro ultravioleta entre ambas cubetas a fin de que la luz no pasara de una a otra. Con esta variación solo se crearon anticuerpos en el envase que contenía el patógeno bacteriano, en el otro no. Se dio cuenta el investigador, que la más antigua forma de comunicación entre las células se establecía mediante un CÓDIGO DE LUZ, sabemos hoy que los linfocitos T, al igual que otras células del cuerpo, son fotosensibles. Debemos tener en cuenta que el 28% de nuestra composición genética varía de invierno a verano (la vitamina D controla una porción de ella) adoptando un modo inflamatorio y antiinflamatorio respectivamente, defensa y reparación. Curiosamente por este motivo nuestro colesterol aumenta en invierno ¡extraordinario! ¿No?
Nuestra piel es como una central fotovoltaica, igual que las plantas, capaz de producir muy variadas reacciones químicas (por exposición a las distintas longitudes de ondas lumínicas tanto infrarrojas como ultravioletas) necesarias para hacer funcionar saludablemente y con eficiencia nuestro complejo cuerpo. Concretamente la luz es de vital importancia ya que bajo su influencia se producen en la piel diferentes sustancias como el sulfato de colesterol, endorfinas, cortisol, óxido nítrico, la hormona solitrol y la vitamina D, sin olvidar la influencia que ejerce sobre las hormonas sexuales y también a la pineal, la melatonina. Se ha investigado que estas longitudes de onda lumínicas pueden reducir la presión arterial, el pulso cardiaco, mejorar la memoria, oxigenar los glóbulos rojos (de mucho interés en los pacientes de pulmón), estimular la glándula tiroides y la producción de glóbulos blancos, regular los ciclos del sueño, mejorar la apnea de sueño, normalizar el estado de ánimo, reforzar el sistema inmunológico, inactivar bacterias de la piel, cicatrizar las heridas, prevenir la ceguera en adultos y la miopía en niños, efectos muy beneficiosos para un sin número de problemas. Hoy día se empieza a comprender que la luz puede “estructurar” el agua de nuestro cuerpo y la de los caudales naturales dándoles una configuración hexagonal que ayuda en el sostenimiento de nuestra bioelectricidad, pero esto es otra historia “un romance” entre el astro Sol y los átomos de hidrogeno del agua. Por tanto también en otoño e invierno debemos procurarnos unos minutos de sol directo, en al menos un pie cuadrado de nuestro cuerpo, pues aunque casi no lleguen rayos ultravioleta tipo B, ya sabemos que el resto de longitudes de onda como son los UVA, la luz azul o los infrarrojos (estos últimos representan el 40% de la radiación) son también necesarias. Dicho sea de paso, el alumbrado de los hogares y de las calles durante la noche debe ser de luz amarilla para que predominen los infrarrojos que inducen al sueño (igual que cuando en el pasado se utilizaban las brasas incandescentes y las velas o el gas). Los infrarrojos del espectro de luz solar propician la relajación de los vasos sanguíneos activando el óxido nítrico, estimulan a las mitocondrias para que controlen la reparación celular (éstas deciden que célula debe morir o vivir) y tercero, los infrarrojos actúan sobre el citocromo que a su vez estimulará a las mitocondrias, nuestras fábricas de energía celular, para que activen su producción de ATP. Esto ha hecho pensar a los científicos que los humanos también podemos producir y mejorar nuestra energía mediante la luz COSA FANTÁSTICA PUES EL CORAZÓN Y EL CEREBRO SON LOS QUE MÁS MITOCONDRIAS TIENEN AL SER ESTOS LOS QUE MÁS ENERGÍA NECESITAN. Una de las aplicaciones de gran utilidad y simpleza es la lámpara de infrarrojos para tratar de frenar o prevenir la demencia y el Alzheimer (un económico tratamiento que consiste en proyectar luz infrarroja sobre la cabeza). Se ha comprobado que en los países con menos horas de sol hay más Alzheimer por ello crece el interés científico en este sentido. EL IMPACTO DEL INFRARROJO ES SIETE VECES SUPERIOR AL MEDICAMENTO MÁS UTILIZADO PARA ESTA ENFERMEDAD, EL ARICEPT, ¡fantástico! También la luz solar puede usarse como antiséptico ambiental máxime cuando algunos de los problemas más acuciantes en la práctica médica actual son las infecciones contraídas en los hospitales, la desinfección de las estancias o quirófanos y las resistencias a los antibióticos. Solo unos datos, la luz azul inactiva en unos pocos minutos al temido estafilococo áureo resistente a la meticilina (SARM), a su vez los ultravioleta matan el 90% de las bacterias ambientales resistentes incluida la de la tuberculosis, evitando en este último caso un 70% su propagación.
Las más fascinantes ventajas de tomar el sol en primavera y verano es la producción de vitamina D en nuestra piel, que transportada por el sulfato de colesterol (que también se forma en la dermis por la influencia de los rayos UVB) viajará hasta el hígado y después a los riñones de donde sale activada para ser repartida por todo el organismo. La vitamina D es una potentísima vitamina que desgraciadamente no podemos obtener en suficiente cantidad de los alimentos (apenas un 20% de la necesaria) y por tanto la mayor parte la debemos sintetizar bajo influencia solar, es por eso que se la considera, hoy más que nunca, una hormona reguladora ubicua que tiene receptores en todas las células. Sabiendo que la inclinación solar en España es inferior a 50 grados durante el otoño e invierno, es imposible que pasen suficientes rayos ultravioletas B a través de la atmosfera, de forma que no se sintetiza vitamina en esos meses. El consejo será tomar muchos alimentos marinos en estas dos estaciones del año y tomar suplementos en comprimidos de vitamina D3 (o utilizar una cama de bronceado de balastros electrónicos, no magnéticos y de baja presión, en este caso muy pocos minutos y solo cuando no se tengan mejores opciones). Se ha estudiado que en la generalidad de los países, tanto del hemisferio norte como del sur, existe deficiencia de vitamina D, en España la deficiencia alcanza al 50% de la población en verano , aumentando mucho este porcentaje en invierno, lo mismo ocurre en Marruecos que en Málaga o Cantabria. El mayor investigador de este tema el doctor Holick, que por cierto visitó Madrid hace tres años para dar una conferencia ante un nutrido grupo de nuestros médicos, asegura que este problema biomédico al que nos enfrentamos (la deficiencia D) es uno de los mayores de la actualidad.
Mil millones de personas en el mundo padecen déficit D, en los E.E.U.U se calcula que 50.000 personas mueren al año por falta de sol. Las autoridades sanitarias del Reino Unido o Canadá ya han alertado a la población de esta deficiencia y recomiendan tomar suplementos a diario. Se ha puesto en marcha un gran estudio de investigación europeo con el nombre de ODIN para sensibilizar a la sociedad y a los profesionales en la búsqueda de soluciones a esta amenaza contra la salud pública (también en los E.E.U.U tienen programas en marcha como D-ACCION o “proteja a sus niños ahora”), la Universidad Politécnica de Madrid tiene parte en este proyecto que aún no ha concluido.
Llegado a este punto se preguntará por qué es tan importante mantener niveles saludables de vitamina D todo el año, la respuesta es sencilla pero encierra una gran complejidad. Como hemos dicho hay receptores de VD en todas las células y por lo tanto todas están sujetas a su influencia, incluso cuando comienzan las primeras células tumorales (cáncer). La VD orquesta tres funciones vitales de forma directa o indirecta, como hormona maestra tiene influencia en nuestra epigenética y controla parte de la expresión genética, actúa sobre la diferenciación celular, modula el sistema inmunitario y tercero, rige la función hormonal, ¡nada más y nada menos!, sin la suficiente cantidad de vitamina nuestros linfocitos ”asesinos”, esenciales para nuestra defensa, no se activan. Por tanto un buen número de enfermedades crónicas , infecciosas e inmunológicas se pueden beneficiar de unos valores altos de VD en sangre, YA SEA PARA MEJORAR SU CURSO SI YA SE HAN PRODUCIDO ,O SEA PARA MINIMIZAR EL RIESGO DE PADECERLAS O RETRASAR SU APARICIÓN, estas son las más importantes: Síndrome metabólico, enfermedad del corazón, enfermedades de la piel (psoriasis), diabetes (tipo uno y dos), problemas con el colesterol y los triglicéridos en sangre, enfermedades vasculares (arterioesclerosis), enfermedades inflamatorias (artritis),esclerosis múltiple ,epilepsia, enfermedades infecciosas como la tuberculosis (que mata un millón y medio de personas cada año en el mundo siendo la causa principal de muerte por infección) , o el virus del papiloma humano que aumenta su prevalencia (su presencia) cuando los valores de VD son bajos, y lo mismo reza para el tratamiento o la prevención del temido cáncer … SIN QUE ESTO SEA UNA PANACEA tener niveles altos de VD entre 40ng/ml. Y 60ng/ml o más, tiene una poderosa influencia preventiva y fortalecedora real para nuestra salud así como para el retraso del envejecimiento. Precisamente las personas mayores van perdiendo paulatinamente su capacidad de síntesis de VD por la piel, otro síntoma de envejecimiento que deja a este numeroso grupo de personas sin defensas ante todas las enfermedades. La hormona actúa como lo hace un antivirus informático, de la misma manera que este protege la integridad de nuestro ordenador y sus funciones, la vitamina D hace el control y la vigilancia en nuestras células (aunque no hay antivirus perfecto ni tampoco dos personas iguales). Ahora sabemos que el valor de la vitamina D ES MUCHO MAYOR DE LO QUE SE SABÍA HACE TAN SOLO 10 AÑOS y en términos preventivos, los fármacos o las tecnologías médicas ESTÁN MUY LEJOS DE IGUALAR LO QUE ESTA HORMONA PUEDE HACER POR USTED. Si aún no está demasiado sorprendido siga leyendo esto que sigue. En un informe analítico se considera suficiente una concentración de V.D en sangre que llegue a 30ng/ml (LA MAYOR PARTE DE LA POBLACIÓN ESTÁ POR DEBAJO DE ESTA CIFRA Y MUCHOS NO LLEGAN NI A 10ng /ml) pero un surfista en Florida alcanza una cifra de 70ng/ml y el vigilante de la playa, que no está metido de continuo en el agua, alcanza los 100ng/ml, ¡estos gozan sin duda de mejor salud! Siguiendo este ejemplo, podemos alcanzar valores altos en primavera y verano con solo tomar 20 minutos de sol directo varias veces en semana sin protección solar ni cristales de por medio, algunos minutos menos serán suficientes si su piel es blanca tipo 1 o tipo 2 (pero en otoño e invierno será necesario tomar un suplemento en forma de comprimidos). Usted puede medir sus valores de VITAMINA D mediante una analítica de sangre normal o si lo prefiere, puede hacerlo desde casa mediante un kit (para vitamina D) de venta en red o en establecimientos para productos sanitarios, así sabrá en cada época del año si tiene que tomar más minutos de sol o más vitamina D3 por vía oral. Para la mayoría de las personas una dosis de 5.000 unidades será la ideal para mantener los niveles por encima de 40ng/ml en la época invernal. Aunque esta vitamina es de venta libre en los establecimientos de nutrición, herbolarios y parafarmacias (no se dan casos de toxicidad) no todos los facultativos tienen la misma idea de su dosificación, POR TANTO SOLO SU PROPIA ANALÍTICA DE SANGRE LE DARÁ LA CLAVE DE LA CANTIDAD QUE NECESITA PARA SUPERAR LA CIFRA MÁGICA DE 40ng/ml. ¡No tema nada! pues dosis de 10.000 unidades o hasta 50.000 son tolerables por más de medio año y son muchos los institutos de investigación que manejan dosis diarias de 8.000 unidades o más. Mi familia y yo tomamos 5.000 unidades durante los seis meses de frío. TAMBIÉN MI HIJA DURANTE EL EMBARAZO se suplementó con vitamina D, pues en esta etapa adquiere singular importancia tanto para la madre como para el futuro niño, incluso para prevenir riesgos de enfermedades en su posterior desarrollo infantil, los pequeños y los escolares no deben descuidar sus suplementos en invierno (adecuándolos a su peso como es natural).
Pero hay muchas más razones por las que debería usted tomarse muy en serio sus niveles de vitamina D, haré un resumen a continuación de las ventajas de tener concentraciones en sangre de 40ng/ml o más de ésta increíble vitamina: En un estudio publicado en junio del 2014 en B.M.J, unas tasas bajas de vitamina D están ligadas a un aumento del 57% en la mortalidad (sumando todas las causas). Según Holick, Grant y Garland en Gran Bretaña habría 22.000 fallecimientos menos por cáncer todos los años si la población tuviera una mejor tasa de vitamina D, y esto es porque se puede reducir un 67% el riesgo de cáncer (promedio) solo con mantener niveles altos de V.D todo el año, ¡merece la pena tomarse la molestia de cuidarla! También nuestro veterano investigador Alberto Muñoz Terol avisó ya en el año 2011 que si se evitara la carencia de esta vitamina, podrían evitarse en España 5.000 muertes al año solo por cáncer de colon (la mitad de las que se producen, ¡menuda noticia!). Además, habló también nuestro eminente doctor murciano de las altas reducciones en la tasa de cáncer de mama, útero y próstata, muy buena noticia ésta, habida cuenta que el marcador prostático P.S.A en los varones también ha fallado para alertar de un posible cáncer prostático, desaconsejándose su utilización en la actualidad. En el caso del cáncer de colon se ha calculado una reducción del riesgo en un 80% con buenos niveles de vitamina D en sangre… ¿NO SERÍA MEJOR PREVENIR QUE INTENTAR CURAR PRECOZMENTE?, PUESTO QUE IMPONER UN TEST DE SANGRE OCULTA EN HECES PARA MAYORES 50 AÑOS, ¡NO HACE DISMINUIR LA MORTALIDAD TOTAL POR TODAS LA CAUSAS EN EL GRUPO INVESTIGADO! Si se implantara el test en toda España, se reduciría en 1% las muertes por cáncer de colon, es decir, 100 fallecimientos al año (según se desprende de los estudios disponibles), pero con la vitamina D ¡se salvarían 5.000 personas! En cuanto al cáncer de mama, la vitamina D reduciría el riesgo de padecerlo en un 83%, mejor medida también que hacer mamografías anuales a las mayores de 50 años, donde solo se beneficia UNA mujer de cada 2.000 en DIEZ años , ¡una barbaridad!. La leucemia vería reducido su riesgo en un 50%. Más de 800 referencias médicas recomiendan la vitamina D para prevenir el cáncer, seguro que a usted no se le ha informado de esto en sus centros sanitarios ni lo ha oído comentar, ni de pasada, en” los programas de salud televisivos”, y no por falta de evidencias probadas… ¡EN FIN…! También disfrutará de un descenso de un 50% en el riesgo de infarto, pero SI LO PADECIERA , TENDRRÍA UN 100% MÁS DE POSIBILIDADES DE SUPERARLO (ADEMÁS LA V.D ES MUY EFICAZ PARA MEJORAR LA INSUFICIENCIA CARDÍACA TAN EXTENDIDA ENTRE NUESTROS MAYORES). Acometer esta medida, cómo no, también es mejor que tomar estatinas (las pastillas del colesterol) ¿por qué será?... Se reduciría el riesgo de gripe en un 83% ¡superior a la vacuna!, y sin efectos secundarios, sino todo lo contrario (¡pero no lo verá en la tele!). Continuaré con un resumen de datos muy a tener en cuenta que no puedo obviar. Un 80% menos de riesgo de padecer la temida esclerosis múltiple, un 50% menos de padecer fracturas y osteoporosis (frente a una disminución pírrica con los fármacos del 1% al 7% según el tipo de fractura), también disfrutaremos de una disminución del riesgo de padecer diabetes tipo uno en un 71%, el asma caería el riesgo en un 63%,el de la demencia (que tantos ancianos la padecen) disminuiría en un 125%, ya sabe que puede tratarse y prevenirse con infrarrojos (JUNTO A OTROS TRATAMIENTO) con resultados mejores que con el fármaco ARICEPT ,también bajaría el riesgo de depresión y disfunción eréctil. ¡Asombroso!
Son miles los estudios en todo el mundo que se han realizado y se están realizando en torno a la VD en los últimos años, por ejemplo, en la Universidad Complutense de Madrid los doctores Gonzalo-Gross y Valtueña realizaron un estudio publicado en 2015 que explicaba que los niveles bajos de vitamina D en NIÑOS incrementaba el riesgo cardiovascular (se midió tensión arterial y triglicéridos) .Otro estudio en España publicado en News Medical Life Sciences aseguraba que EN ESPAÑA, solo 20 minutos de sol tomados alrededor de mediodía (SIN PROTECCIÓN SOLAR), serían necesarios en primavera y verano para cubrir nuestras necesidades de vitamina D (para personas de una piel tipo III que es la más común aquí). Este es pues el consejo a tener en cuenta en estas fechas de primavera y verano pero sin olvidar que es una costumbre saludable también para el invierno, como hemos dicho antes.
Me alegro de poder dar excelentes noticias también para las mujeres embarazadas o que planean su embarazo, así también para las lactantes y sus pequeños, pero esto será en un próximo artículo con el nombre ” Este consejo es mi mejor regalo”.
Finalmente es recomendable para todos una alimentación rica en frutas y verduras llenas de carotenos como zanahoria, tomate, melocotón, sandía, calabaza…pues son la mejor manera de ir preparando nuestra piel para el verano. Se debe empezar en primavera con exposiciones cortas al sol para ir adaptándose a la nueva intensidad de la luz, más importante aún si no se ha expuesto a él en invierno. Para los más exigentes o de piel más delicada, el carotenoide astaxantína es un refuerzo antioxidante que puede tomar en capsulas al comienzo de la temporada estival para reforzar las defensas en la piel (este carotenoide es el responsable del color rosa del salmón). Una vez trascurrido el tiempo de exposición prudente lo mejor es vestir camiseta y sombrero, mientras busca una buena sombra. Debe valorar el uso de prendas certificadas con filtro UV y evitar las horas centrales del día en verano (con excepción de los 20 minutos necesarios para abastecerse de vitamina D) esto es PARTICULARMENTE SERIO para las personas de piel muy blanca y sensible quienes deberán asegurarse de no escasear de omega tres por este mismo motivo. Se puede recurrir a un suplemento alimenticio de omega tres, de aceite de krill, que contienen astaxantina natural. Es una buena estrategia ADICIONAL no enjabonar la espalda o piernas hasta 48 horas después de una exposición solar INTEGRAL, pues durante ese tiempo el sebo de la piel contiene PROVITAMINA D, enjabonar estas zonas inmediatamente después de asolearse impediría la total absorción de esta molécula, cosa no conveniente sobre todo a los veraneantes de fin de semana o a los que por su tipo de piel no desean tomar el sol con demasiada frecuencia.
Si todavía cree que la vitamina D no es tan importante, compare los 900 muertos anuales de cáncer, melanoma o de la gripe, con las 100.000 defunciones que se producen por el total de los distintos tipos de cáncer en España, y tampoco olvide echar cuentas de las muertes producidas por el nutrido grupo de enfermedades diversas que la vitamina D podría ayudar a prevenir (bastante más del doble que las del cáncer en general). Supongo que comprenderá ahora por qué el doctor Holick se lamenta de esta catástrofe a la que se debe enfrentar la biomedicina actual. En España el experto doctor madrileño Sánchez Franco, desde su veterano punto de vista como endocrino, también se lamenta de falta de sensibilización en nuestra clase médica para afrontar esta amenaza para la salud ”hay que extender los controles y la suplementación”, advierte nuestro doctor.
¡No deje que le amarguen el verano!".