Desconvoca quien convoca

Escrito por Carlos Illán Ruiz - 21DEhoy agenCYA. 8 de enero de 2019, martes.

El pasado sábado acudimos al ‘Musical de los Reyes Magos’ que el programa municipal de Navidad de La Unión recogía. Puerta de la iglesia cerrada, puerta del salón parroquia cerrado. Estuvimos preguntando por el entorno y nadie sabía nada. No fuimos los únicos; otros vecinos sufrieron la misma situación. Ahí quedó la cosa. Malestar lógico por la pérdida de tiempo. Sin embargo, hemos recibido dos correos electrónicos de vecinos que nos responsabilizan de anunciar eventos que luego no se celebran, por lo que nos corresponde hacer algunas aclaraciones.

No es la primera vez que nos sucede eso de ir a un sitio donde se iba a celebrar algo que luego no se celebra, con que eso de que se trata de una situación puntual lo dejamos al margen. Tampoco quiero decir que si el Ayuntamiento, por aquello que es un programa municipal, tiene la culpa o no. En absoluto, pues lo mismo a ellos le comunicación la celebración y no le dijeron la ‘descelebración’. Reitero que no entro en culpables de aquí para atrás, pero sí hacia adelante. El que organiza y difunde su actividad es el mismo que si se anula debe utilizar los mismos cauces para decir lo contrario. Esto se llama respeto a los ciudadanos.  Otra cosa es que se organiza una actividad para ‘cuatro amigos’. Ahí, con que lo sepa el cuarteto, basta. Cuando se colocan carteles por las calles o se incluye en un programa estamos hablando de una repercusión mayor.

Ahora vamos a lo que nos compete (en una ocasión anterior ya tuvimos un correo similar), que es nuestra defensa de una acusación que tiene su base pero que no es justa. Tiene su base porque es cierto que muchos unionenses conocen la celebración de diversos eventos gracias a nuestro periódico, pero no es justo porque nosotros contamos lo que cuentan y lo que nos ocultan es imposible que lo sepamos. Somos los primeros en sentir que hemos sido transmisores de algo así. Si es un error nuestro, nos la envainamos y nos ‘tragamos’ todo lo que nos digan. Si no es un error nuestro, duele ser ‘el mensajero’. Cualquiera que quiera contactar con nosotros sabe que lo tiene muy fácil a través del teléfono o del correo electrónico, que son las vías más serias y fiables. Si se anula un acto, que nos avise y lo difundiremos. Se tarda mucho poco y muchos se lo agradecerán.

Nos señalan por incidentes de los que somos inocentes. Tocaba salir al paso, pero lo mismo estamos equivocados y resulta que todo está ‘ferpecto’.

Imprimir

powered by social2s