'Desde La Unión, por siempre, Paco; Paco Conesa'

Escrito por Antonio Gómez Pérez. 29 de agosto de 2017, martes.

“Hoy también estás aquí, entre los que te anhelan, ante los que siempre desearon y compartieron tus triunfos y acompañaron en momentos no tan afortunados.

Hoy también estás, y eres razón de nuestro encuentro, razón de nuestras palabras profundas e impregnadas de fuertes sentimientos.

Hoy también está presente el mundo que te envolvió, su paisaje, su gente, el arte compartido...; todos se han unido para decir lo mejor de ti como persona y creador de arte.

Hoy no es un día cualquiera de esos Taytantos en los que administrabas con opacidad tu edad, restando tiempo al tiempo; hoy lo que haremos será sumar y a la vez sumarnos a un genio que se esfumó entre tinieblas humeantes de cigarrillos sin que nos advirtiera su adiós.

Aquí, a donde te viniste para crecer artísticamente y envolverte de las grandes creaciones y creadores, hoy nos encontramos,  haciendo un paréntesis en la Ciudad Alucinante, a la que regresabas coincidiendo con grandes eventos del que fuiste partícipe: la Semana Santa Minera y el Festival del Cante de las Minas mas nunca la olvidaste, siempre fueron referente de tu producción artística: la sierra, la mina, el sufrimiento, la muerte, el  esplendor de tu tierra y en tus postrimerías,  el ocaso, como el “Ocaso de un sueño” que no pudo exhibirse como así era tu deseo,  pero sí lo contemplaste en tu interior quizá por haber coincidido con una etapa donde la luz no penetraba con claridad por tus ojos.

Estás también hoy y tu tierra se hace presente: los ocres, rojos, negros y también grises plomizos, magnífica paleta de colores que el paisaje unionense proporciona y que magistralmente llenaste de fuerza en acuarelas, dibujos y escenarios con el acompañamiento de cuerpos desnudos en obras de cartelería y murales. Ya una vez dijiste que: “El cuerpo era el principio del erotismo y que te gustaba tocar la carne con el pincel” y qué bien lo trabajaste.

Hoy viajamos de tu querida sierra minera de La Unión al interior, del castigado paisaje minero y colmatada bahía de Portmán, a los escenarios porque tú, Paco, supiste abrirte no solo a los demás sino que tu saber te hizo experimentar sensaciones en diversos campos artísticos: la pintura, la escultura, la escenografía y vestuario, director de la “Ciudad Alucinante”, expresión acuñada por tu maestro y también Insigne al igual que hoy a ti te reconocieron,  Asensio Sáez, y ahora que te conozco un poco más también añado la literatura, no sé si cabría decirte, si me lo permites, pero eres “todo un intelectual”. La lectura de tus manuscritos me permiten calificarte de ese modo unida a toda tu producción artística.

Desde fuera, desde la calle principal de tu ciudad natal, a la altura del número noventa y uno parece como si desde hace unos meses acá la vida siguiera igual: esas persianas medio cerradas o medio abiertas en donde todavía elevamos la mirada  para observar esa silueta meciéndose, adornada del blanco humo, como si nos observara, siendo testigo muda del acontecer diario de la ciudad y sus atardeceres. Ahora son solo recuerdos, aunque la casa del artista, tu casa se ha ventilado, desde tu marcha, con el mejor aroma de los que te quisieron y también de los que desearon conocerte y acercarse a tu obra; ¡ qué bien lo han sabido hacer aquellas a las que legaste tu producción, “tato de sobrinas”. Un año ya y seguimos echando en falta esos ratos en los otros escenarios donde las buenas conversaciones se saboreaban con una buena copa, con los amigos, entre ellos Jan, y con un cigarrillo en ese establecimiento de la calle Bailén, la calle donde naciera tu querida María y otros grandes que como tú recientemente pasaron a ser predilectos como el maestro Perelló.

Ahora el escenario sí está cambiado pero la gente, tu gente, sigue ahí compartiendo tu nombre y acordándose de cada uno de esos buenos momentos que se vivieron. Decías que: “El escenógrafo forma parte de la representación…” y en esta representación de hoy también estás aquí, formas parte de ella, en la que  podría ser perfectamente uno de esos decorados de tus “Paisajes soñados” que hoy son una realidad de gente que mantiene vivo en tu ausencia, el nombre de Paco, el nombre de Paco Conesa

En la Ciudad Alucinante y Crepuscular, a un año de ausencia.
Siempre vivo en el recuerdo
A Paco Conesa. Un fuerte abrazo.

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