‘Murcia. La gran mentira política’

Escrito por Andrés Hernández Martínez. 15 de julio de 2017, sábado.

Dice el que da esplendor y lustre a nuestra lengua, que una mentira, es la afirmación que una persona hace consciente de que no es verdad. Ampliando el concepto, a las personas que dicen mentiras, especialmente a aquellas que las dicen frecuentemente, se las califica de mentirosas. Mentir implica un engaño intencionado y consciente. Y por derivada directa el señor Pedro Antonio Sánchez, y perdón por lo de señor, es un mentiroso y además un gañan que se ha aprovechado de una situación indecorosamente villana creada por Valcárcel o el virrey de la huerta, inmerso en el juego de tronos murciano para seguir manipulando políticamente esta región con gobiernos capitalinos, mediocres, triviales, superficiales, interesados y banales.

El PP nacional y el murciano en particular, lo de Cartagena es de tragicomedia…, son los culpables de esta situación desmedida donde los populismos de izquierda, donde los pro-checas, los perroflautas de profesión, los filibusteros que quieren azotar hasta hacer sangrar a quien no le aplauden, con coleta y con corbata, los que  no dudarían en usar cocteles incendiarios, desafortunadamente afortunados, abunden en la piel de toro, y sean, cada día, más visibles y menos seguidos. Son culpables los personajes de la farándula política como Pedro Antonio Sánchez por tanta corrupción y tanta mentira popular, por tan exacerbado mercadeo, propio de fariseos del siglo XXI al que han sometido este país, esta región y esta ciudad casi cuatro veces milenaria ya.

Murcia tiene su particular sanedrín, y personajes como Pedro Antonio Sánchez por sus permanente imputaciones, mentiras y mercadeos, han catapultado la miseria humana a los lindes gubernamentales, han permitido con su insolente trasgresión de las legalidades implantadas en este estado de des-derecho actual, que alcance sin estupor la degeneración política y moral más profunda en décadas democráticas. Han conseguido, gracias a su incompetencia y derroche de trapicheos de intereses, que personajes de la talla de pro-terroristas y pro-etarras como Bildu, de asesinos con jactancia de serlo. Sectas como la de Podemos donde militan pederastas, delincuentes, narcotraficantes, corruptos, prevaricadores y manipuladores…, (ésto no es opinión, son hechos) aderezados éstos con los nuevos tardo socialistas de progresía errante y chabacana de esquela revolucionaria, llenen, junto al resto de personajes políticos de dudosa moral, nuestras instituciones más vitales, ayuntamientos, comunidades y diputaciones y sobre todo el Congreso, circo itinerante en cada sesión plenaria, y es gracias a políticos corruptos de guante blanco y a personajes sin credibilidad como Pedro Antonio Sánchez, los que se financian y especulan dolosamente como el PP (esto es una sentencia, no es opinión), pero como tontos, los demás lo hacen, unos con eres, otros con las subvenciones oficiales tergiversadas, con el canón revolucionario de partido otros, e incluso se financian con la sangre y la miseria populista venezolana o iraní en sus entrañas, pero han demostrado ser más listos. Algo nada difícil.

Encima, aparece el criado de librea o vocero de pergamino, Víctor Martinez para convencernos que la imputación y el paseo por el banquillo del expresidente Sánchez es un desarrollo natural de la inocencia del reo, con dos cojones, y sin sonrojarse. Poca vergüenza es poco, tomar el pelo y reírse de los murcianos en general y de los notables cartageneros en particular es síntoma de enfermedad terminal. Todavía no entiendo que maraña pandillera embarga al Partido Popular en esta región para renegar de una mayoría absoluta con Garre o manteniendo a la Barreiro, negada en Cartagena, dejando paso a los populismos chabacanos y ordinarios por vulgares.

Despropósitos y desvergüenzas. Critican ahora los del PP en la oposición cartagenera, por ejemplo, lo que ellos no han hecho en veinte años más que engordar económicamente las obras faraónicas bajo el paraguas de Murcia, basado en una política asquerosa de centralismo capitalino iniciada por Valcárcel, seguida por Sánchez y mantenida por este señor de negro o guiñol al aire, ya que, el gobierno regional durante décadas ha estructurado todas las instituciones y organismos colegiados en benéfico de Murcia capital y no de la rica región que curiosamente está  a la cola de España. Infraestructuras, Educación, Sanidad, solamente limitando sibilinamente los desarrollos estructurales de la región fuera del municipio huertano, corredor, autovías, ZAL, Confederaciones, líneas de desarrollo en la educación como la FP o la superior, recortes presupuestarios sanitarios, arqueológicos o patrimoniales en general.

Armas vulgares, prepotencia y a la sazón ignorancia supina, se sienten orgullosos de sus desatinos y los enmascaran mintiendo, y para machacar la poca dignidad del Partido Popular nos colocan un presidente de paja o plastilina, un ignorante con estudios, quizás de los únicos, sumiso y sin ninguna “mira” al futuro, un bypass hasta el siguiente “presidentable”.

Si el señor Pedro Antonio Sánchez, en lugar de manipular y mentir, visto por segunda vez la confirmación de su caída en desgracia legal –hay tajo pendiente aún- se fuera, o fuese o dimitiera de sus cargos y entregara el acta de diputado…, solo por algo llamado honestidad y dignidad, cualidades patrimoniales que pagaran en breve impuestos en esta región, quizás, obtuviera, tarde ya, un poco de honra, pero solo un poco.

De políticos mentirosos, farsantes y mediocre estamos tan copados que si volaran no veríamos nunca el sol.

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