'Nobleza española'

Escrito por Andrés Hernández Martínez. 15 de junio de 2019, sábado.

“¡Español soy, sin duda! Y lo soy, lo he sido y lo seré mientras que viva, y aún después de ser muerto ochenta siglos.” Miguel de Cervantes en 'La gran sultana'

Vivimos tiempos convulsos donde la indigencia política nos arroja  a precipicios morales impensables para una nación con tradición, clase y elegancia, cualidades hoy solo establecidas en el uniforme de las FAS y Cuerpos y Seguridad del Estado, lo demás, solo son mendigos, okupas de fortuna en las instituciones, unos con desgraciados pactos de taberna delincuentes golpistas catalanes y asesinos terroristas además de los traidores con escandallo comunista que forman el fango de nuestro lupanar institucional, basado en la mentira, el cinismo y en el oportunismo de fortuna, en el amiguismo y el nepotismo, una herrumbre para este país y además, derrocando noblezas y honores, otra vez una ministra de defensa a medias, un presidente en funciones que reniega del uniforme y de su responsabilidad a voces, y como luctuosa señal de socorro, una bandera izada al revés.

Y así, casi desapercibido, con gritos amargos y silenciosos de humillación y degeneración moral, apartando a las Fuerzas Armadas, única entidad de honor y sabiduría de este país de imbéciles que puede dar un poco de dignidad a una trivial juerga moral prostituida por la política actual.

Podía haber hecho mención a la doble llamada de las urnas, un sortilegio socialista sin pies ni cabeza y sospechoso de cojones. Podía haber hecho sangre fácil del acaudillamiento autócrata en bancarrota de Iglesias y resto de podemitas o nuevos jacobinos y de este consejo de opresores o nuevo sanedrín más dictatorialmente estalinista que leninista, pero no lo voy a hacer.

Podía sin duda, recrear la desvergüenza de un Congreso lleno de macarras de discoteca fumaos como representan los independentistas tardo terroristas, cortesanas poligoneras nacionalistas del PNV o comunistas de pandereta y fotonovela, liderados los estamentos por personajes designados para cohabitar con el mundo secesionista catalán de dudosa etimología política jurando y prometiendo la Constitución como una horda de impresentables golpistas a los que encima les pagamos nosotros, haciendo de fortuitos proxenetas políticos, que ya jode el espectáculo de la composición del Congreso, quizás porque el sentimiento de patriotismo y el propio patriotismo con la izquierda no maridan en España, ni con un Rioja ni con un Rivera, aunque sea adulterado.

Podía incluso hablar, de la campaña electoral reciente, e ingrávidamente, citar el síndrome de Estocolmo, un pueblo secuestrado por la mentira, el plagio y el compadreo y la bajeza del gobierno socialista inmersa en juicos millonarios por estupro o abuso al pueblo por parte de sus gestores en los ERES y Formación y del propio clientelismo de sus influencias y no pasa nada.

Huelga decir lo que daría para ríos de tinta explicando los fracasos económicos, embustes groseros y desvergonzadas negociaciones presupuestarias carcelarias sobre más que supuestos indultos de esta cruel horda sociata que nos gobierna, independientemente de los viajes por todo lo largo y ancho de este mundo del capitán Tan, líder de este grupo de Chiripitifláuticos. Un rosario de impertinencias y desaciertos que nos dan estos ministros y ministras estrellas y su jefe, que ¡asústense! están haciendo bueno a Zapatero, increíble pero cierto.

Podía hacer herida de la traición de Zapatero a España al postrarse cual pelele ante los asesinos de ETA y mancillar la memoria de los cientos de víctimas sometidas al terror, pero esto desgraciadamente no nos sorprendería, ni que hubiera más implicados en más instituciones, están como cucarachas por todos sitios, ¿Quién ha derrotado a quién?, los mantennos en nuestras instituciones y se aliñan con los sociatas y podemitas-comunistas, les entregamos tierras para anexionare como Navarra y las ya caídas Vascongadas y soportamos su burlas y ultrajes…

Decía el poeta Gil de Biedma que; “De todas las historias de la Historia, sin duda la más triste es la de España, porque termina mal. Como si el hombre, harto ya de luchar con sus demonios, decidiese encargarles el gobierno y la administración de su pobreza”.

Me quedo en Sevilla y en la siempre querida participación militar de las FAS en tierras andaluzas, leales y heroicas tierras y gentes. No es casual que esta horda de neo-progresistas de astrosos seguidores tengan alergia a las Fuerzas Armadas, encabezado por su presidente, ausente, ya que representan las antípodas, antónimos o lo más opuesto a sus postulados tardo anarquistas, “honor”, “elegancia”, “educación”, “cultura”, “conocimiento”, “honestidad”, “valentía”, “limpieza” “higiene”, “trabajo” y sobre todo, “sacrificio”, un sinfín de cualidades que son el decálogo de una institución a la que todavía no ha alcanzado la onda expansiva de la mediocridad actual y la trivialidad corrupta de este país de arlequines de la política.
Lo único cierto es que son las Fuerzas Armadas, Guardia Civil y Policía Nacional quienes se la juegan dentro y fuera de este país por solventar los desmanes naturales y los provocadas, no las huestes cobardes de lo absurdo, okupas, cdrs, pro terroristas, secesionistas, independentistas y demás tribus.

Otros, más humildes pero sin protagonismo, hacemos un sumiso tributo con esta acepción de nobleza a todos aquellos que dan su vida por su Nación, dentro y fuera de la misma, y que no es otra la acepción que la que se refiere a la cualidad de noble, como gallardo y valiente, (gallarda y valienta para los imbéciles e imbécilas) y de la fuerza de voluntad que puede poseer una persona para llevar adelante una misión a pesar de los impedimentos, creo que es la identificación más acertada para definir a nuestros compatriotas de uniforme, personas que lejos de cualquier postura política y a pesar de los indigentes políticos que la dirijan, han decidido entregar su esfuerzo y, como tristemente comprobamos, hasta su vida, como recientemente el Guardia Civil de Tráfico Don Fermín Cabeza González, no es político, no es futbolista, no deja a la familia holgada económicamente, no es nadie…, ¡¡¡Y LO ES TODO!!!, no ha tenido más homenaje que el de sus compañeros y además, por el trabajo y el sacrifico, fue efímero, y ahora, estas humildes notas de agradecimiento y recuerdo y sobre todo, exaltación al honor como ejemplo del servicio solidario a los ajenos, ya sea dentro o fuera del propio territorio español, ya sea con un fusil, con una manguera, un salvavidas, con una motocicleta o con un fonendoscopio o, con un simple rosario, 30 años de presencia destacada y protagonista española en el mundo.

Aquí intervienen con gallardía nuestras Fuerzas Armadas, personas con vida propia pero anónima, con familia y que han decidido en una etapa de su vida dedicarse a cubrir con orgullo una necesidad indivisible de nuestra patria, dentro y fuera, hoy no son batallas interiores, es la bandera de la solidaridad y la generosidad la que cubre nuestras divisas, divisa que con orgullo e historia, mucha historia defienden nuestros soldados, es la misión más humana y decorosa con la que se puede encontrar un soldado, o cualquier persona; salvaguardar la vida humana, en todas sus vertientes; la construcción de hospitales, el velar por la seguridad ciudadana, una misión táctica de reconocimiento, son muchas penurias que solo el corazón del soldado sabe agradecer al término de su jornada, de hecho, son contingencias que no siempre se aceptan mentalmente y marcan el resto de la vida del propio individuo, lo cierto es que, es una labor sin precio, con el único estúpido agradecimiento de un tiro a traición o una emboscada sangrienta o, cualquier otro fútil percance, como perecer en un rescate crítico o en una persecución, donde la integridad y la solidaridad de estas personas son su bandera, esa que algún imbécil moquea o niega, la propia condición humana le lleva a emprender estas tareas sin ningún tipo de titubeo, conscientes que están poniendo su grano de arena en la construcción pacifica de una civilización y lejos de pensar en su propia existencia; salvando vidas, evitando ingratos incidentes, colaborando en la educación cuando no los discriminan. “A última hora –decía Oswald Spengler -, siempre ha sido un pelotón de soldados el que ha salvado la civilización”.

Bajo ningún concepto podemos politizar estas nobles acciones, acciones que se verán recompensadas únicamente con el respeto, el agradecimiento y el cariño que se han ganado, lejos de foros de demagogia política y de estercoleros anarquistas que intenten desbancar a grupos o personas con la excusa de estos sentimientos, hay circunstancias que obligan a colaborar con el engrandecimiento de la paz, tarea difícil de conseguir, pero que quebrar la vista no es la solución acertada, es la fácil.

El soldado no se forma para la guerra, sino para defender la paz y gracias a esa paz, engreídos y engreídas meretrices de la política pueden adulterar las instituciones, es la democracia que salvaguardan las FAS y su estado de bienestar y libertad. Nuestros caídos tienen que estar por encima de todo y de todos y honrar su memoria con respeto, admiración y agradecimiento es la única misión que nos corresponde como leales compatriotas, y en algún rincón de nuestro corazón rendirle nuestro recuerdo y agradecimiento recordando que la muerte no es el final para un héroe.

Quisiera en este pequeño testimonio, con en estos simples renglones expresar mi más sincero reconocimiento a todos aquellos que día a día, callada y anónimamente hacen que España sea un poco más grande a pesar de las miserias de sus instituciones, y que todos nosotros, seamos cada día un poco más grandes gracias a su entrega y su sacrificio. Despedía el verso Gil de Biedma. “Pido que España expulse a esos demonios. // Que la pobreza suba hasta el gobierno. // Que sea el hombre el dueño de su historia”.

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