Un funcionario de justicia procesado acusa a la Guardia Civil de “manipular” y “mentir”

Escrito por Carlos Illán Ruiz - 21DEhoy agenCYA. 26 de octubre de 2021 - MARTES.

El trabajador de un juzgado de instrucción investigado en el ‘barco de los colombianos’ que se lleva en la Audiencia expone en sala que la transcripción del seguimiento y llamadas telefónicas que le efectuó la Benemérita “no es real” en bastantes apartados y ofrece al tribunal que escuche las grabaciones. También afirma que en 2013, tras el arresto, declaró ante el juez “totalmente drogado por la medicación que me dieron en el cuartel cada dos horas; incluso, el magistrado hizo comentarios al observar que yo no estaba bien”.

⚖ La segunda jornada culmina con las declaraciones de los procesados, quienes siguen sin querer preguntas de la fiscal

Un barco que iba a venir a Cartagena con unos cien kilos de heroína adosados a su casco. Es el epicentro de una operación que llevó a cabo la Guardia Civil entre finales de 2012 al verano de 2013. El barco nunca salió de Suramérica, pero, en bases a seguimiento visuales y telefónicos, la operación supuso numerosos arrestos, de los que 18 personas se han sentado esta semana en el banquillo de los acusados de la sección quinta de la Audiencia Provincial, en Cartagena.

Ayer testificaron la mayoría de los investigados y el capítulo se ha cerrado hoy. En todos los casos, los encausados no han querido contestar las preguntas de la Fiscalía, sólo las de los propios abogados, salvo Sonia (alias ‘Tita’), que ni eso, con lo que en momento alguno se han visto comprometidos, pues sus representantes legales le ponían ‘el balón’ para que los ‘rematasen’, como se suele decir. Jaider y Luisa Fernanda han expuesto que en su domicilio alquilaban habitaciones y que desconocían que hubiera droga. Alojaron a su sobrino, Jerson, en una vivienda madrileña. Éste ha indicado que acababa de llegar y que en ese inmueble había más gente, pero que él no tiene nada que ver con la droga descubierta. Otro que ha declarado es Guillermo. Ha negado cualquier involucración con la droga y ha dicho que cambió de abogado porque le dijo que firmara un acuerdo con la Fiscalía, “que me negué porque soy inocente”, afirmó.

El protagonista, sin duda, ha sido un funcionario de carrera de un juzgado de instrucción del Partido Judicial de Cartagena (acumula 18 años de profesión), pues no es habitual ver a estos trabajadores ‘en el otro lado del río’. Esta persona, para la que piden 3 años de cárcel por cohecho y a quien los investigadores y ministerio público atribuyen que se encargaba de conocer si las personas del grupo eran investigados, ha negado absolutamente todo lo que le imputa la Fiscalía. Sólo ha respondido a su abogado, Juan Francisco Pérez Avilés, quien ha comenzado preguntándole si conocía a Jacobo (principal imputado) y a su esposa, Lina. “Mi mujer conoció a su esposa cuando trabajaba en una empresa cárnica y se entabló amistad entre ambas familias, pero en absoluto entre ambos hubo algo de negocios, en absoluto, sólo amistad y algunas consultas que me hizo por mi condiciones de funcionario de justicia, al igual que hacían otros vecinos y amigos”.

También le achacan tener propiedades desproporcionados a los ingresos por su trabajo. “Tengo dos motos y un coche que adquirí de segunda y tercera mano. Todos juntos valían poco más de siete mil euros. Respecto a las dos viviendas, tengo una que compré en 2007 con el dinero de la venta de otra vivienda y de un préstamo que sigo pagando. La otra casa es de cuatro hermanos y dos cuñados. Es incierto lo que refleja la Guardia Civil de que el préstamo lo tengo sólo yo”, dijo. También apuntó que ha aportado todas sus declaraciones de la Renta desde 1995 y las de su esposa.

También explicó porqué había dos bolsas con dinero en su casa. “Eran los arqueos diarios de los dos negocios que tenía entonces, una cafetería-panadería y una bisutería. De que tenía divisas, el origen eran los turistas, pues entonces venían a Cartagena unos ciento sesenta cruceros anuales. Además, se refieren a 200 ó 300 dolares, que en absoluto es un disparate”.

En el capítulo de las transcripciones de las conversaciones telefónicas que le grabaron, su abogado le pidió que explicase una conversación del 6 de diciembre de 2012 con ‘Jacobo’. “Ha sido manipulada. No sé si con intención, pero se ha manipulado. Hablamos de un problema con su hija y se recoge en le informe le pregunté cómo iba la cosa, que él me dijo que ‘faltal’ y que yo respondo ‘¿qué ha pasado?’, cuando en realidad él dice: ‘fatal, tío, con ésta, fatal…’. Se refiere a su esposa y añade ‘veremos si no nos…’. Está manipulada”, dijo con rotundidad, ofreciendo al tribunal un ‘pen drive’ para que escuche la conversación. “La Guardia Civil no ha hecho una transcripción real. Además, 41 minutos después hay otra llamada en la que él me decía que no podía hablar, que ella se iba a ir de la casa. Además, luego, en otra llamada que no recoge el atestado, nuestras esposas hablan sobre ese problema de pareja. Eran problemas matrimoniales, nada de drogas”.

El 7 de febrero de 2013 recibió en su casa a Jacobo, quien salió con un documento. “Su familia tuvo un accidente de tráfico y vino a pedirme que le aconsejara un abogado”. Le achacan en otra transcripción que dijo: “Si Jacobo cae, caen todos los demás”. Explicó: “Se trata de una conversación extraída con una persona (policía de profesión) que se interesó por un asunto de herencia y durante la conversación comentó que ‘Jacobo’ le había ofrecido un negocio, pero ya está, yo nunca he dicho esa frase”. También le pidió Pérez Avilés que explicase otras supuestas reuniones. Unas las justificó y otra, como la que le adjudican con Jacobo en La Azohía, fue tajante diciendo: “Es mentira”. Concluyó diciendo que no entiende nada “de drogas, de barcos, de torpedos…”, que la transcripciones de llamadas han sido “muchas manipuladas y otras ocultadas” y que sólo conoce de esta sala a José Antonio (‘Jacobo’).

La fiscal ha hablado entonces que el funcionario ha entrado en contradicción con algunas de sus manifestaciones en la fase de instrucción, por lo que se debe notificar al Tribunal Supremo. Después ha expuesto esas contradicciones:
- “Ha dicho que no tiene nada que ver con las drogas y entonces dijo que unos albañiles le pidieron droga y que llamó a Jacobo, quien le dio una bolsita que no pagó. Como trabajaba en Villalba, conocía a gente que manejaba la droga”
- “Ha dicho que sólo conoce a Jacobo y al guardia civil encausado (‘Ulises’), pero en su declaración anterior dijo que conocía a ‘El Habichuela’ (de tomar café con Jacobo), Ulises y a ‘El Conejo’ (que creía que había sido detenido), a quien pudo dar la mano cuando se lo hayan presentado”.

Marcos ha tenido la opción de explicar lo expuesto por la fiscal:
“Jamas he dicho que Jacobo se dedique a la droga, sólo que él conocía a gente en la Villalba, y ahí sabemos todos lo que pasa. Respecto a los nombres, ¿quién no conoce al Conejo en los juzgados? Es conocido, pero yo no lo conozco personalmente aunque tomara café en mi cafetería. Sobre Ulises, sé que va con Jacobo, pero ni sé a que se dedica ni nada más. Al único que conozco es a Jacobo y a su esposa, del resto no he tenido relación alguna”. El abogado le ha preguntado en qué condiciones declaró en la fase de instrucción. “Iba totalmente drogado por que la Guardia Civil me daba medicamentos cada dos horas. Se puede ver en la grabación de mi declaración, que paró el magistrado de Instrucción 5, extrañándose de que me diera pastillas y diciendo que él no sabía nada, preguntándome si quería que parásemos”. Ha concluido ratificándose sólo en lo manifestado esta mañana y no lo que dijo entonces.

Después se han planteado peticiones de dejar de acudir al juicio por parte de personas y letrados que consideran que no son fundamentales para lo que falta por acometer en esta causa. Unos han expuesto asuntos laborales y otros de salud, cuidados de niños, etc. El presidente de la sala, Jacinto Aresté, ha aceptado las dispensas, pero indicando que deben estar presentes cuando se lleven a cabo las conclusiones finales de las partes. Respecto a los abogados, ha dejado claro que los encausados siempre deben tener en la sala a alguien que defienda sus derechos, por lo que los que han pedido no venir en los próximos días tienen las opciones de ser sutituídos o que lo represente otro compañero de los que están en sala.

Este miércoles tendrá la tercera sesión de las nueve previstas en asunto del ‘barco de los colombianos’.