¿Sexo forzado o consentido?

Escrito por Carlos Illán Ruiz - 21DEhoy agenCYA. 31 de marzo de 2021, miércoles.

Ahí está el debate y el problema a resolver por el tribunal de la Audiencia en Cartagena. Ella afirma que la forzó tras negarse. Él asegura que fue de mutuo acuerdo. Durante el juicio ambas parte expusieron sus pruebas para tratar de reforzar sus posturas, quedando la causa vista para sentencia.



No todos los casos son iguales y cada uno tiene sus connotaciones particulares. Esta redacción, en sus muchos años de andadura, ha asistido a muchos juicios con tema sexual de por medio. El desarrollo de la vista ya vislumbraba en la mayoría de casos la culpabilidad del varón. Sin embargo, en este caso, el nivel de incógnita nos pareció mayor, pero lo que vale son las conclusiones que saquen los magistrados, que son los que deben emitir una sentencia entre los parámetros expuestos por las partes, con peticiones de 10 años de cárcel por parte de la acusación particular y de 7 años por parte de la Fiscalía, mientras que la defensa reclama que sea absuelto.

Lo que está claro es lo que sucedió antes y después del acto sexual generador de este procedimiento. El hombre y la mujer se conocieron en un viernes noche de fiesta, tuvieron escarceos sexuales y coito en un callejón. Después él hombre se marchó. El tema está en que el sexo fue forzado para una y consentido para otro, y que la marcha después del hombre tuvo dos lecturas. Ella dice que se marchó al haber consumado la violación y él afirma que se dio cuenta que no llevaba las llaves, volvió al local para cogerlas y que regresó al lugar, no encontrándola a ella.

La mujer, cuya edad supera los cuarenta años, salió de fiesta un viernes con una amiga. Esa noche conoció a un hombre, de edad similar, con el que se fue a una discoteca. Ella no quería contactos sexuales y en un momento determinado pidió un taxi. El acompañante también se subió y tras bajarse, junto a un portal en un callejón, la violó. Después, el presunto autor se marchó corriendo. Ella llamó a un taxi y se marchó a casa, siendo el domingo cuando decidió denunciar y cuando acudió al Rosell para ser analizada. Así lo explicó en sus declaraciones judiciales, en la que la agente policial la notó "muy avergonzada y casi en shock", afirmó en sala.

El hombre, por su parte, expuso que tuvieron acercamientos sexuales previos en el aseo de la discoteca y en el taxi, para después mantener la relación sexual consentida y que después se tocó el bolsillo, se dio cuenta que no llevaba las llaves y dijo que lo esperase que iba a cogerlas a la discoteca, regresando al lugar, donde ella ya no estaban. Afirmó que entonces ni pensaba todo lo que vino después.  

También intervinieron dos representantes del Instituto de Medicina Legal y ahí estuvo una prueba al margen de los testimonios de ambos. La presunta víctima presentaba pequeñas erosiones y lesiones en la vía vaginal. Los forenses afirmaron que en una persona adulta "es casi imposible que tuviera ese tipo de lesiones en unas relaciones sexuales consentidas". El abogado defensor, Jorge Torres Guillén, les expuso si, debido a la fuerte carga de medicamentos que tomaba contra la depresión y su mezcla con la ingesta de alcohol, podría sufrir sequedad vaginal. "Una sequedad supone molestias, pero no erosiones y menos en la zona exterior". Después les planteó si podían estar ocasionadas por la introducción de un objeto y respondieron que también sería posible.

El letrado también trató de quitar contundencia al informe de la psicóloga que está tratando a la mujer desde hace unos años al apuntar que si la mezcla de alcohol y de medicamentos de forma desordenada pudo influir en su percepción de los hechos, al igual que otros hechos traumáticos anteriores que había sufrido. "La hacen más vulnerable, pero no altera su percepción, que era normal", le respondieron. El abogado insistió al decir que, según vídeos grabados, no tuvo esa madrugada una actitud propia de una persona temerosa hacia los hombres, pero la psicólogo no cambió su aseveración sobre la credibilidad de la presunta víctima. En un momento determinado, el jurista quiso aclarar que en momento alguno estaba dando a entender que existan motivos para forzar a una mujer, "en absoluto, defiendo el no es no".

El penúltimo capítulo de la sesión fueron las conclusiones de las partes. La fiscal comenzó diciendo que la causa ofrece "dos versiones coherentes, mantenidas en el tiempo y contradictorias, por lo que hay que ver los datos periféricos, donde respaldamos la versión de la mujer", expuso. "Su amiga la vio distendido y que se quiso quedar con este hombre, con quien flirteó y se besó. Esto no tiene discusión, pero ella no esperaba la reacción posterior del varón. Tontear no significa que se quiera sexo y el informe médico forense es claro en el tema de las lesiones externas a la vagina". Pide una condena de 7 años de prisión.

El abogado de la acusación particular considera que hay material probatorio "suficiente para condenar al encausado por agresión sexual, pues no tiene discusión que hubo acceso carnal como consecuencia de que el hombre no pudo reprimir su ánimo libidinoso. No es creíble que al poco de conocerse ella ya aceptase y tampoco que perdiera las llaves en la discoteca. Fue la huída de un crimen". Pide 10 años de cárcel y una indemnización de 30.000 euros.

La defensa pide la absolución al estimar que no se dan "los requisitos necesarios" para condenar a su cliente, "quien en su profesión se juega la vida y con esto está pasando un calvario simplemente por haber perdido unas llaves. Ella dice que le molestaba que la tocasen y estuvo hasta las cinco de la madrugada, además de mantener acercamientos sexuales en el aseo y en el taxi. Si hubiera esta incómoda no se hubiera quedado tanto tiempo. El comportamiento anómalo es el de ella. También dice ahora que sintió dolor, cuando el dolor es inmediato y no dijo nada. Además, no consta en Radio Taxi ese servicio que afirma que solicitó después. Luego está que denuncia 36 horas más tarde y que las erosiones que presenta en la zona vaginal ha reconocido el forense que son compatibles con la introducción de un objeto. También consideramos que los vídeos y fotos de esa noche muestran las contradicciones en las que incurre su declaración. Pensamos que la afectaron el alcohol y los medicamentos, creando un efecto rebote y creando una realidad paralela", expuso en su turno.

También se personó la letrada del Servicio Murciano de Salud que reclama los gastos generados en el hospital de Santa Lucía por la atención sanitaria a la mujer.

El final es el turno de última palabra que se le concede a un acusado en proceso judicial. El protagonista de este procedimiento hizo uso para decir que jamás ha tratado mal a una mujer, "tengo una madre y tres hermanas y tengo muy claro lo mucho que vale una mujer (...) Esta mujer me da pena y tristeza, pues fue una noche en la que lo único que sucedió es que se pasó bien, no hubo violación. Ejerzan la ley sobre mí en justicia", dijo.

Etiquetas: Cartagena

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