Postura firme con premio
Un hombre inmerso en una macrorredada policial antidroga en 2014 no aceptó un acuerdo con la acusación y mantuvo que era inocente, pese a que el inmueble donde estaba el garito es de su propiedad. El tribunal de la Audiencia lo ha absuelto al considerar que no existen pruebas que lo incriminen.
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Fue condenado años antes por la venta de droga en ese bajo de Los Mateos (Cartagena) de su propiedad "y a raíz de eso decidí irme a vivir a La Unión". En 2014 hubo una nueva actuación de Policía Nacional en el lugar, con numerosos detenidos, de los que a la mayoría se le retiraron los cargos por parte de la Fiscalía entre la etapa de instrucción y el día que se fijó para el juicio. Entonces quedaron como presuntos responsables una persona que está en rebeldía y otros dos procesados. La Fiscalía pedía que fuesen condenados a cinco años y medio de prisión más el pago de una multa económica por el triple del valor de la droga incautada. Uno aceptó un acuerdo con la fiscal consistente en dejar la pena en un año de cárcel más una multa de 1.663 euros. Sin embargo, el restante no aceptó y se mantuvo firme en que era inocente. La declaración policial señalaba que no lo vieron durante el seguimiento en el garito, pero que huellas suyas estaban en una libreta de anotaciones de venta de estupefacientes. El encausado sostuvo que puede ser porque se comprase en el mismo comercio próximo donde adquiere productos escolares para sus hijos. La fiscal mantuvo la petición de condena y su abogado, José María Caballero, reclamó la absolución. Finalmente, el tribunal integrado por José Manuel Nicolás, Jacinto Aresté y Enrique Domínguez ha acordado que no existen pruebas suficientes que corroboren su participación en este capítulo de venta ilícita de droga.
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