Cobardía o la educación del odio

Escrito por Andrés Hernández Martínez. 21 de octubre de 2016, viernes..

“Quien no quiere pensar es un fanático; quien no puede pensar, es un idiota; quien no osa pensar es un cobarde”. Sir Francis Bacon. Esta cita del filósofo inglés viene al pelo para describir a la horda de estúpidos y cobardes radicales navarros que atacaron a los dos jóvenes guardia civiles y a sus parejas, no se puede esperar más de esta calaña de parásitos de la sociedad pro etarras, educados en el absentismo moral para odiar. Son personas sin juicio ni raciocinio para quienes el pensar, es un duro esfuerzo, lo que facilitan que se les manipule en beneficio del interés de turno, ora una 'manifa' por el porro y la libertad sexual. Ora por la excarcelación de asesinos escudados en el criminal terrorismo político. Ora por echar a la Guardia Civil del pueblo. Ora por okupar la plaza del pueblo y aledaños en violenta bacanal…

Eso sí, hay que entender que son idiotas; nada inteligentes y molestan.  No tienen la capacidad de discernir el significado del respeto, de la dignidad y de la decencia, son analfabetos integrales, desperdicios sociales que vagan por este mundo sin rumbo y sin aspiraciones propias, además se convierten en fanáticos porque la ardua tarea de establecer un amago de pensamiento les cuesta a rabiar y no lo consiguen, y consecuentemente, haciendo de la ecuación de Bacon la resultante, es que son cobardes y mezquinos.

Cobardes porque en solitario no tienen cojones para enfrentarse a nadie y menos a un Guardia Civil o Policía. Se escudan en la horda, en la muchedumbre, en el conjunto como animales, como una piara.

Son cobardes porque les pegan a las mujeres amparándose en la marabunta, esto ya es de mezquindad y basura humana incuestionable, un animal salvaje tiene más dignidad, de la misma que habla el pensador de las bambalinas, el fracasado Carpanta de la filosofía vulgar y ordinaria, Guillermo Toledo, y otros anacoretas de la idiotez ideológica, no merece ni las mayúsculas en su nombre y apellido, pero de éstos hay muchos. Fulleros y tramposos que se han creído el ombligo del mundo y vagan por los escenarios sin gracia ni talento, culpando a los demás de sus estrepitosos fracasos y sus florecientes frustraciones.

Son cobardes porque se amparan en los populismos para sobrevivir, ya que con ellos se culmina el ciclo parasitario, los populistas viven de los idiotas y éstos, que no son pocos, de los populismos chabacanos, la consigna es vivir del cuento sin hacer ni merecer nada.

Son cobardes porque tienen miedo. Miedo a la responsabilidad. Miedo al respeto, al compromiso, al esfuerzo. Tienen miedo a la vida.

Son cobardes y a la vez crueles porque, como decía Montesquieu, la cobardía es la madre de la crueldad y el binomio va unido pues el dolor ajeno los retroalimenta.

Pero no queda todo en revulsivos radicalismos y fobias policiales.  Hay personajes o animales que desean la muerte a niños por ser toreros…, otros, se alivian las entrañas podridas, con la muerte de éstos, ¿animalistas o animales? ¿Cómo se pueden mirar al espejo y como pueden educar a sus camadas? ¿Odio desmedido o simplemente mentecatos y majaderos frustrados?

¿Dónde y cuándo perdió esta España de pandereta el norte? El Pueblo Vasco y Navarro siempre ha sido noble y honrado, de los que más en esta nación, y estas catervas de pancarta descreída los mancilla y los somete dictatorialmente negándole la paz, la tranquilidad y el sosiego con cada acto pandillero donde, los pro-etarras de plazoleta hacen de dictadores de la moral. Más aún, Cataluña sobrevivió gracias a la migración del resto de provincias españolas, de hecho, el 98% de su población hoy es producto de la migración nacional industrial, mano de obra explotada que salvó a esta región española, y ahora tenemos entre otros y gracias a los perdedores, cosas de nuestra democracia, en Barcelona, a una alcaldesa sin clase y sin género y sin número, una okupa en el Consistorio barcelonés. En Madrid, una alcaldesa de Sanedrín vagabundeando su menoscabado espíritu por los pasillos. La extrema izquierda, linchándose entre ellos y aniquilándose, mordiéndose por su propia frustración y fracaso. En el PSOE cada vez más tontos con sombrero de picador.

Consecuentemente, los populistas chabacanos y ordinarios ocupando escaños y dirigiendo ayuntamientos.  El PP es un nido de víboras corruptas. ¿Que nos queda? ¿Qué duro es educar hoy con respeto y elegancia? Pero, mañana vuelve a salir el Sol y la esperanza es una moneda incorruptible, es un alma blanca sin contaminación y un espíritu inviolable.

A pesar de todo y aunque quiera…, no puedo odiar. “El odio es un sentimiento que sólo puede existir en ausencia de toda inteligencia”. Tennessee Williams.

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