‘Recuperando tradiciones’

Escrito por Juan Gómez Ayala. Presidente de la AVV Virgen de la Caridad. 5-8-21.

“Nunca mejor dicho. Ahora con tantos adelantos electrónicos, con tantas redes sociales, con tantos Whatsapp, Twitter, Facebook, instagram, etc., nos hemos olvidado de escenas como llegar a un comercio diciendo buenas tardes, buenos días, adiós…  En las ciudades es donde más se ha perdido. Sin embargo, en los barrios creemos que por aquello de que los vecinos nos conocemos mas es donde tenemos que seguir la práctica que nuestros antepasados nos enseñaron.

La de ofrecer en un transporte publico el sitio para que se sienten las personas de mayor edad hasta el ayudar a pasar un paso de cebra a los más vulnerables es lo que por desgracia estos hábitos poco a poco se están olvidando.

Si de ahí nos vamos a los grandes edificios que llegando al ascensor nadie saluda, ni incluso al vehículo que vive en la puerta de al lado, que menos de decir…… hola como estas……

Es una pena incluso la experiencia que tengo yo personalmente, voy todos los días al gimnasio y en un espacio tan reducido como son los vestuarios, excepcionalmente alguien responde al saludo de buenos días o adiós el resto y desgraciadamente es la mayoría, ni eso.

Insistimos en la necesidad de volver a las antiguas prácticas de civismo y educación.

Dicen que eso son cosas de los maestros pero lo que si es verdad que los maestros enseñan y las familias educan.

Decíamos que antiguamente existía una asignatura que se hablaba precisamente eso, educación, urbanidad, civismo etc.

En los barrios tratamos de que esas costumbres no se olviden.

Los chateos, las conversaciones a través de los grupos del Facebook, insta gran etc., antes era el sacar los vecinos las sillas y las hamacas a las puertas de sus viviendas cuando el sol prácticamente desaparecía y entraba un poco el fresco gracias al atardecer y/o la noche por lo que era prácticamente imposible estar en las casas.

En esas tertulias se hablaba de todo un poco, no se dejaba manga por hombro, lo mismo se hablaba de una cosa como de otra, la cuestión era hablar y hablar, haciendo un corro de sillas mientras los niños estaban correteando por la calle sin preocupación de que pasara ningún coche e hiciera un estropicio…. Parte de ellos era porque habían poco coches e incluso porque así también había respeto mutuo al descanso y a las personas.

Además también es verdad que el tener mejor calidad de vida nos hemos vuelto muy cómodos, me acuerdo ver a los vecinos que cada uno barríamos nuestra parte de la acera y baldeábamos con un cubo de agua la zona para estar más fresquito, ahora no, ahora se ensucia más y se espera a que los trabajadores de Lhicarsa pasen al día siguiente a barrerlo.

Desde la asociación de vecinos pedimos a todos que volvamos otra vez a recuperar esas costumbres, que como todos sabemos son muy sanas y además enseñamos a nuestros hijos y nietos que esas buenas prácticas no deben de desaparecer.

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