Multas a velocidad caracol

Escrito por Carlos Illán Ruiz - 21DEhoy agenCYA. 15 de abril de 2021, jueves.

¿España siglo XXI? Escucho la noticia de que sólo el uno por cierto de las más de un millón de multas relacionadas con incumplimientos sobre las normas sanitarias no se han tramitado en España desde que comenzó la pandemia. Increíble. Hubiese frenado a muchos irresponsables saber que otros de la misma calaña tenían que ‘rascarse el bolsillo’. Demasiada verborrea, demasiado postureo…

Lo he escuchado en la Cadena Cope (pinchar aquí) y se expone como causa el colapso de las administraciones. Vamos a ver, ¿las gestiones telemáticas no han agilizado el trabajo de los funcionarios? Demasiada burocracia. Al final va a resultar que estamos como en época de Franco pero sin la entonces popular póliza. Eso sí, mucho bla, bla y bla sobre nuevas tecnologías y mucho obligar a la ciudadanía a su uso pero muchos asuntos siguen a velocidad caracol.

Algunos todavía recordamos cómo hace décadas la entonces Hacienda empujó a los españolitos a no defraudar en la declaración de la renta poniendo como ejemplo (y mártir) público a Lola Flores. Su objetivo se cumplió, pues está demostrado que en nuestro comportamiento afecta mucho ver que a ‘fulanico’ le ha sucedido lo que a nosotros nos podría pasar. Por eso mismo, conocer que hay gente irresponsable pagando multas ‘empinaría las orejas’ de otros y, a buen seguro, frenaría a bastantes de ellos.

Ya lo apunté en otro comentario de opinión hace meses y resulta que, tristemente, acerté. Era muy raro que no salieran los datos de pagos de sanciones y tampoco se facilitaban a este periódico cuando se pedían. Era un silencio sospechoso, pero el tiempo ahí está ‘sacando los colores’ y estirando narices.

Se ha tenido un año para que las  cartas de pago estén en manos de los infractores, pero sólo unos pocos tienen ese ‘honor’. Ahora, encima de inoperancia, algunos se sentirán ofendidos y dirán que al divulgar este tipo de noticias instamos a más gente a no cumplir con la normativa. No confundamos. El (grave) error es de fondo, no está en ‘el mensajero’.  

Estas sanciones tienen un proceso que no parece complicado. Primero se debaten y deciden sus condiciones, luego se las dotas de regulación jurídica, a continuación se aplican entre los que las incumplan y el proceso culmina con la tramitación de los expedientes, siendo el infractor el encargado del capítulo final, también llamado ‘pago’. ¿Tanto se tarda?, ¿para qué tanto político y tanto trabajador público?

Luego está otro tema que ahora aparco. Es si es legal o no cerrar municipios, prohibir reuniones, confinamientos y otras medidas anticovid. Como estamos en un tiempo en que todo es discutible y en el que a todo se le puede buscar las cosquillas, resulta que se pierde mucho tiempo. ¿La ley no es la ley? Pues parece que no, que hasta medidas ‘lógicas’ para frenar la pandemia en un país afectado son pasto de discrepancias. Está bien que suceda en casos concretos, pero hay otros muchos que no admitiría el sentido común si ‘residiese’ más tiempo en este país. Estamos en tiempo de ‘marear perdices’.

Avanzar en el futuro no es sólo poner en duda cualquier cosa o ‘machacar’ hasta la saciedad sobre las nuevas tecnología cuya efectividad no siempre es tal. Tampoco lo es estar explicando porqué esto no va o esto no se puede hacer. El tiempo es oro y el trabajo diligente sí es avanzar. Lo demás se llama postureo, pero lo mismo resulta que estoy equivocado y que todo está ‘ferpecto’.

Imprimir

powered by social2s