'Casas nuevas, pueblos viejos'
No voy a 'descubrir la pólvora', en absoluto, pero sí pretendo hacer recapacitar sobre un efecto acción-reacción ante otro aluvión de nuevas viviendas que se apresta a 'aterrizar' en nuestro municipio, alcanzando también a esta zona. Cada vez que esto ocurre, otras áreas ya construidas entran en fase de degradación. El motivo es muy simple, se ha potenciado sólo la cultura de 'estrenar casa' y, de forma paralela, muchas quedan cerradas avanzando hacia la ruina a la par de que se va descoloriendo el cartel de ‘Se vende’ que le colocaron.
Un matrimonio se embarca en un préstamo de un montón de años y cuando, por ley de vida, fallecen, la vivienda (ya pagada) se queda para nadie, pues los hijos ya residen en nuevos domicilios. No sucede siempre, pero en este siglo es lo habitual. Hay poblaciones en Cartagena en las que algunos recuerdan la efervescencia de la vida vecinal que tuvieron, pero que ahora es historia. Ha pasado en zonas de San Antón, Los Dolores y otros enclaves, y si no se trabaja en dar valor a la reutilización, pasará lo mismo con barriadas que ahora están de moda.
No estoy en contra de la nueva construcción, en absoluto, pero sí de que se ‘coma’ a lo construido. Hace falta expandir la cultura de aprovechar los inmuebles ya construidos y motivar la rehabilitación con buenas y accesibles ayudas. Y, por supuesto, divulgarlas.